Geometría y otros temas

      
El amor  de mamá es un cuadrado perfecto, con sus cuatro lados iguales y sus ángulos idénticos, de noventa grados, ya se sabe.

También es un círculo, ausente de aristas, que tiene un centro pregnante a la mirada.

O un triángulo recto, erguido, con una buena base adonde sus lados descansan.
 
Puede ser además algo distante de la geometría: el sonido de la lluvia que encubre otros sonidos y al mismo tiempo el canto inesperado de un ave, o la sombra reparadora bajo la fronda de un árbol gigante, o de un arbusto que trata de crecer.

Puede ser el césped que tapiza un suelo imperfecto, o un carbón encendido destinado a preparar el gran fuego y al mismo tiempo  la luz de la lámpara que, por olvido, alguien dejó encendida toda la noche en un rincón de la casa.